El mejor amigo



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     En la bella ciudad de Argel vivió hace muchos años un buen hombre llamado Mohamed.  Trabajaba llevando mercancías por el desierto con la ayuda de sus camellos. Uno de estos camellos era grande, fuerte y rápido como ningún otro en el país. Muchos querían comprárselo pero él no lo vendía. 

     Pero ocurrió que Mohamed tuvo problemas económicos, necesitaba dinero y  tuvo que vender poco a poco sus animales de carga, hasta que se quedó solo con su camello favorito.
     Omar, un rico comerciante de la ciudad, se enteró de los problemas que tenía Mohamed. Ya había intentado comprarle el magnífico camello, pero nunca lo había conseguido. Ahora pensó:
“Alá me concede una gran oportunidad. Mohamed necesita vender el animal porque no tiene dinero. Conseguiré por fin este magnífico animal”

     Omar envió a uno de sus criados a casa de Mohamed para decirle que pensaba ir a su casa el próximo domingo.  El día de la visita, Omar fue recibido por Mohamed con gran hospitalidad, le hizo una gran bienvenida, había adornado su casa, ofreció a su huésped los mejores sillones y cenaron ricos manjares, comidas buenísimas y postres delicados. Cuando acabaron de cenar Omar le dijo a Mohamed:
“Véndeme tu camello y yo te daré todo el dinero que necesites”
     Pero Mohamed le respondió:
“Lo siento, Omar, pero ya no tengo el camello. Cuando vino tu criado a decirme que venías a mi casa, lo vendí para poder darte esta estupenda cena.”

     Aquellas palabras dejaron mudo y sorprendido a Omar, que le dijo:
“Pero, amigo mío, si ese camello era lo más valioso que tenías.
     A lo que respondió Mohamed:
“No, querido Omar. Te equivocas. Para mí lo más valioso son los amigos. Yo quería tratarte como te mereces, por eso valía la pena vender lo único que me quedaba: mi querido camello. La amistad y la hospitalidad es lo más importante.

    Omar agradeció a Mohamed sus palabras y su gran amistad. No sintió pena por la pérdida del camello porque a cambio podía contar con un amigo de verdad. Tomó la decisión de ayudar a Mohamed en todo lo que pudiera, porque un amigo así no se encuentra todos los días.